Proyecto FIC permite que Hospital Base Valdivia realice 40 trasplantes de médula ósea

La habilitación de la Sala de Aislamiento Dr. Álvaro León, junto a la capacitación del equipo médico y la instauración de la receta electrónica, permitieron este importante hito para la salud pública.

Publicado 3 agosto 2021

| Escrito por: Carolina González Teneo - Facultad De Medicina

Un positivo impacto social arroja el proyecto “Mejoramiento de la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos del Hospital Base Valdivia”, iniciativa que ha permitido que 40 personas hayan accedido hasta ahora al costoso procedimiento.

Hay que precisar que el proyecto es ejecutado por la Universidad Austral de Chile y financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, con aportes de la propia UACh y el Hospital Base Valdivia.

El proyecto busca ampliar el acceso a trasplante de usuarios con cáncer hematológico de la macrozona sur austral del país.

Se debe destacar que, a pesar de la pandemia, que en 2020 provocó la paralización momentánea de trasplantes, se continuó realizando el procedimiento dado el alto compromiso del equipo médico de la Unidad de Hematología y el estricto cumplimiento de protocolos para evitar contagios de SARS-CoV-2.

Además, se suma el hecho de que a nivel nacional la lista de pacientes en espera de trasplante de médula ósea ha aumentado producto que las clínicas privadas de Santiago, a las cuales el Ministerio de Salud compra sus servicios, no han tenido camas disponibles por la segunda y tercera ola.

Todo ello hace que el Hospital Base de Valdivia se consolide como el segundo centro de trasplantes de progenitores hematopoyéticos del sistema público, tras el Hospital del Salvador (Región Metropolitana).

En este sentido, el Director de Hospital Base Valdivia, doctor Juan Bertoglio, destacó la asociación estratégica interinstitucional con el Gobierno Regional como polo de financiamiento y la Universidad Austral de Chile como polo investigativo que propició el desarrollo científico-tecnológico y asistencial. Al respecto, enfatizó la colaboración del  Instituto de Hematología de la UACh, que por casi 50 años ha formado especialistas en el área, los que se han sumado al equipo hospitalario en la realización de diagnósticos y monitoreo de tratamientos, así como también han aportado a la gestión del cuidado especializado en oncología del Departamento de Anatomía Patología, farmacia oncológica, medicina transfusional y sangre, laboratorio, entre otros, conformando una compleja unión y asociación para la atención de pacientes hematológicos.

“Por lo mismo, estamos muy satisfechos por el impacto social del proyecto, el cual se encuentra en su última etapa. Es importante subrayar que el año 2018 el Hospital Base de Valdivia realizó 9 trasplantes autólogos en adultos. Durante el 2019 se realizaron 19 procedimientos y lo más destacables es que, pese a la pandemia, durante 2020 también se efectuaron 19 procedimientos y en lo que va del presente año, ya se han desarrollado 13 trasplantes”, explicó la Directora del proyecto, Dra. Vivianne Torres.

El notable aumento de procedimientos se debe, en primer lugar, a que gracias al proyecto FIC, en 2019, se habilitó una nueva sala de aislamiento que lleva el nombre del destacado docente y padre de la hematología valdiviana Dr. Álvaro León.  La sala cuenta con una esclusa de ingreso para separar el ambiente limpio del sucio, no tiene esquinas, sino bordes redondeados y paredes lavables y posee un sistema de filtrado, presurización y climatización con el fin de garantizar un área limpia a pacientes que no cuentan con defensas suficientes y pueden contraer cualquier hongo que circule en su entorno.

En segundo lugar, el proyecto también incluyó la capacitación de los profesionales Dr. Blaz Lesina y Dra. Susana Calderón para obtener todas las competencias necesarias para poder realizar trasplantes. El primero se capacitó en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, España, en tanto que la Dra. Calderón realizó su capacitación en la Unidad de Hematología Intensiva del Hospital del Salvador, en Santiago.

“En consecuencia, estamos en presencia de una notable ampliación de cobertura, mejoras en la infraestructura y aumento de especialistas. Del total de trasplante que detallamos, 40 se ha efectuado gracias al proyecto FIC –en virtud de la habilitación de la sala y las capacitaciones– entre los años 2019-2021, beneficiando a pacientes de las regiones del Libertador General Bernardo O’Higgins hasta Magallanes”, dijo la Dra. Torres.

Compromiso en pandemia

En tanto, Isabel Castro Riquelme, enfermera jefa de la Unidad de Hematología Intensiva, afirmó que durante la pandemia el trabajo en la unidad ha sido intenso y difícil. “Desde el primer minuto tomamos todos los resguardos para evitar que los pacientes se contagien, pues sabemos que, si llegan a tener COVID, automáticamente se transforman en pacientes de alto riesgo de fallecer”, dijo.

Y agregó: “Por lo mismo, aquí hay mucho trabajo en equipo, cohesión y compromiso social. Todos tenemos claro que debemos dar lo mejor para cuidar a nuestros pacientes”.

Castro explicó que durante todo este período de emergencia sanitaria el equipo médico ha tenido que realizar doble turno para mantener en óptimas condiciones la unidad. “Hemos seguido realizando trasplante, nosotros no hemos parado. Junto con el Hospital del Salvador en Santiago seguimos trabajando, pues sabemos que existe una tremenda lista de espera”, añadió.

En ese sentido, la enfermera jefa puntualizó que el proyecto, sin lugar a dudas, ha contribuido a fortalecer la salud pública en el sur de Chile. “Quiero destacar que toda la gente que trabajaba en el hospital, especialmente en unidades como esta, tienen un gran compromiso con la salud pública y los pacientes. Este tipo de proyecto mejora la calidad de las prestaciones y nos insta a seguir avanzando”, dijo.

Finalmente, la profesional subrayó que otro avance importante del proyecto FIC fue la implementación de los registros electrónicos de las drogas de quimioterapia, lo cual permite que la farmacia y el médico tratante tengan una mejor cuantificación de las quimioterapias de cada paciente y, por consiguiente, se mejoran los tiempos de atención y la trazabilidad.